El Día Internacional de la Salud Mental, celebrado el 10 de octubre, nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental, un aspecto fundamental para nuestro bienestar general. Aunque a menudo centramos nuestra atención en el cuerpo, es crucial entender que la salud mental y física están profundamente interconectadas. Desde la neurocirugía, especialmente en el tratamiento de la columna vertebral, esta relación es evidente.
La doctora Espino, neurocirujana especialista en columna, destaca cómo los trastornos de la salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés, pueden influir directamente en la percepción del dolor y en las enfermedades de la columna vertebral. “Muchos de mis pacientes con problemas de columna también presentan niveles elevados de estrés o ansiedad, lo que agrava su condición física. La conexión entre la mente y el cuerpo no puede ignorarse, y por eso, el abordaje debe ser integral”, explica la doctora Espino.
La neurocirugía y el tratamiento de enfermedades como las hernias discales o la estenosis espinal a menudo requieren un enfoque multidisciplinario, donde el manejo de la salud mental es clave. El dolor crónico puede llevar a un deterioro en la calidad de vida, afectando el ánimo y las emociones de los pacientes. “Si no tratamos el estado emocional de nuestros pacientes, no podemos mejorar completamente su condición física. El dolor y el estrés se retroalimentan, y es por eso que es fundamental que trabajemos juntos, neurocirujanos, psicólogos y otros especialistas”, enfatiza la doctora Espino.
Este Día Internacional de la Salud Mental nos recuerda la necesidad de cuidar nuestro bienestar emocional al igual que cuidamos nuestra salud física. En el equipo de la doctora Espino, estamos comprometidos a ofrecer un enfoque integral, consciente de la complejidad de la relación entre mente y cuerpo. Cuidar de nuestra salud mental no es solo una prioridad, es un paso esencial hacia una vida más plena y equilibrada.
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